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Terapia Hormonal Masculinizante

 

La terapia hormonal masculinizante se usa para inducir en tu cuerpo los cambios físicos que causan las hormonas masculinas durante la pubertad (características sexuales secundarias), con el fin de que coincida tu identidad de género con tu cuerpo (congruencia de género). Si la terapia hormonal masculinizante se inicia antes de que comiencen los cambios de la pubertad femenina, se pueden evitar las características sexuales secundarias femeninas, como el desarrollo de las mamas. La terapia hormonal masculinizante también se conoce como terapia hormonal de afirmación de género.

Durante la terapia hormonal masculinizante, te administrarán la hormona masculina testosterona, que elimina tus ciclos menstruales y disminuye la producción de estrógeno de tus ovarios. Los cambios que producen estos medicamentos pueden ser temporales o permanentes. La terapia hormonal masculinizante se puede usar sola o combinada con la cirugía masculinizante.

Sin embargo, la terapia hormonal masculinizante no es para todos los hombres transgénero. La terapia hormonal masculinizante puede afectar tu fertilidad y función sexual, además de causar otros problemas de salud. El médico puede ayudarte a analizar los riesgos y beneficios.

 

Por qué se realiza

 

La terapia hormonal masculinizante se usa para alterar tus niveles hormonales y que coincidan con tu identidad de género.

Normalmente, las personas que buscan una terapia hormonal masculinizante experimentan malestar o sufrimiento emocional porque su identidad de género difiere de su sexo asignado al nacer o de sus características físicas relacionadas con el sexo (disforia de género). Para evitar un riesgo excesivo, el objetivo es mantener los niveles hormonales en el rango de referencia para el género que se tiene como objetivo.

La terapia hormonal masculinizante puede:

  • Hacer que la disforia de género sea menos intensa
  • Reducir el sufrimiento emocional y psicológico
  • Mejorar el funcionamiento psicológico y social
  • Mejorar la satisfacción sexual
  • Mejorar la calidad de vida

Las investigaciones sugieren que la terapia hormonal masculinizante puede ser segura y eficaz.

Si se usa en un adolescente, la terapia hormonal suele comenzar a los 16 años. Lo ideal es que el tratamiento se inicie antes de que se desarrollen los caracteres sexuales secundarios para que los adolescentes puedan atravesar la pubertad según el género con el que se identifican. La terapia hormonal de afirmación de género no suele usarse en niños.

Sin embargo, la terapia hormonal masculinizante no es para cualquier persona. Tu médico podría desaconsejar la terapia hormonal masculinizante si:

  • Tuviste o tienes un cáncer sensible a las hormonas, como cáncer mamario
  • Tienes una enfermedad tromboembólica, como cuando se forma un coágulo de sangre en una o más venas profundas del cuerpo (trombosis venosa profunda) o una obstrucción en una de las arterias pulmonares de los pulmones (embolia pulmonar)
  • Si estás embarazada o amamantando
  • Tienes afecciones no controladas de la salud conductual
  • Tienes afecciones médicas importantes no controladas
  • Tienes una afección que limite tu capacidad para dar el consentimiento informado

 

Riesgos

 

Habla con tu médico sobre los cambios en tu cuerpo y las inquietudes que tengas. Las complicaciones de la terapia hormonal masculinizante pueden ser:

  • Producción de muchos glóbulos rojos (policitemia)
  • Aumento de peso
  • Acné
  • Desarrollo de calvicie de distribución masculina
  • Apnea del sueño
  • Desarrollo de un nivel anormal de colesterol y otros lípidos, lo que puede aumentar el riesgo cardiovascular (dislipidemia)
  • Presión arterial alta (hipertensión)
  • Diabetes tipo 2
  • Trombosis venosa profunda y/o embolia pulmonar (tromboembolismo venoso)
  • Infertilidad
  • Una afección en la que el revestimiento de la vagina se vuelve más seco y delgado (vaginitis atrófica)
  • Dolor pélvico
  • Molestia en el clítoris

Existe evidencia que indica que los hombres transgénero no tienen mayor riesgo de cáncer mamario o enfermedad cardiovascular en comparación con las mujeres cuya identidad y expresión de género coincide con las características sociales estereotipadas relacionadas con su sexo asignado al nacer (mujeres cisgénero).

No se pueden sacar conclusiones sobre si la terapia hormonal masculinizante aumenta el riesgo de cáncer de ovario y útero. Es necesario realizar más investigaciones.

 

Tu fertilidad

 

Dado que la terapia hormonal masculinizante podría reducir tu fertilidad, tendrás que tomar decisiones sobre tu fertilidad antes de empezar el tratamiento. El riesgo de infertilidad permanente aumenta con el uso prolongado de hormonas, especialmente cuando la terapia hormonal se inicia antes de la pubertad. Incluso después de suspender la terapia hormonal, es posible que la función ovárica y uterina no se recupere lo suficiente como para garantizar que puedas quedar embarazada sin ayuda de la tecnología reproductiva.

Si quieres tener hijos biológicos, habla con tu médico sobre la congelación de óvulos (criopreservación de ovocitos maduros) o de embriones (criopreservación de embriones). Otra opción consiste en extirpar quirúrgicamente tejido ovárico, congelarlo y luego descongelarlo y reimplantarlo (criopreservación de tejido ovárico). Ten en cuenta que la congelación de óvulos tiene varios pasos: inducción de la ovulación, extracción de óvulos y congelación. Si quieres congelar embriones, tendrás que pasar por el paso adicional de fecundar tus óvulos antes de congelarlos.

Al mismo tiempo, aunque la testosterona puede limitar tu fertilidad, sigues teniendo riesgo de embarazo si tienes el útero y los ovarios. Si quieres evitar quedar embarazada, usa un dispositivo intrauterino, un método anticonceptivo de barrera o un método anticonceptivo de progestina continua.

 

Cómo prepararse

 

Antes de comenzar la terapia hormonal masculinizante, el médico evaluará tu estado de salud para descartar o tratar cualquier afección médica que pueda llegar a afectar o contraindicar el tratamiento. La evaluación podría incluir:

  • Una revisión de tus antecedentes médicos personales y familiares
  • Un examen físico, incluida una evaluación de tus órganos reproductivos externos
  • Exámenes de laboratorio que evalúen tus valores de lípidos, glucosa sanguínea, recuento de células sanguíneas, enzimas hepáticas y electrolitos, y una prueba de embarazo
  • Una revisión de tus vacunas
  • Exámenes de detección apropiados para la edad y el sexo
  • Identificación y manejo del consumo de tabaco, abuso de drogas, abuso de alcohol, VIH y otras infecciones de transmisión sexual
  • Conversación acerca de la anticoncepción y tu deseo de fertilidad futura
  • Conversación acerca del uso de enfoques de tratamiento potencialmente dañinos, como las hormonas no prescritas o las inyecciones de silicona de potencia industrial

También podrías necesitar una evaluación de salud conductual por parte de un proveedor de atención médica con experiencia en salud transgénero. La evaluación podría incluir:

  • Tu identidad de género y disforia de género
  • La repercusión de tu identidad de género en el trabajo, la escuela, el hogar y los entornos sociales, incluidos temas relacionados con la discriminación, el abuso en las relaciones y el estrés minoritario
  • Estado de ánimo u otros problemas de salud mental
  • Problemas de salud sexual
  • Comportamientos riesgosos, como el consumo de sustancias y el uso de inyecciones de silicona de grado no médico, o terapia hormonal o suplementos no aprobados
  • Factores de protección, como el apoyo social de la familia, los amigos y los compañeros
  • Tus metas, riesgos y expectativas de tratamiento y tus planes de atención médica futura

Los adolescentes menores de 18 años, acompañados por sus padres o tutores legales, también deben visitar a médicos y proveedores de atención médica conductual con experiencia en salud transgénero pediátrica para hablar sobre los riesgos de la terapia hormonal, así como la repercusión y las posibles complicaciones de la transición de género en ese grupo de edad.

 

Lo que puedes esperar – Durante el procedimiento

 

 

Comenzarás la terapia hormonal masculinizante tomando testosterona. Normalmente, tu médico indicará una dosis baja y aumentará lentamente la dosis a lo largo de varios meses. La testosterona se administra ya sea por inyección o a través de un gel que se aplica en la piel. Se pueden usar otras preparaciones de testosterona, como un parche o gránulos colocados debajo de la piel. En los EE. UU., la testosterona también se puede administrar como una inyección de larga duración o en forma de pastillas que se toman dos veces al día (undecanoato de testosterona). No se debe usar metiltestosterona oral o medicamentos sintéticos de hormonas sexuales masculinas (andrógenos) debido a los posibles efectos dañinos en el hígado y los lípidos.

Si tienes flujo menstrual persistente, el médico podría recomendarte tomar progesterona para controlarlo.

La terapia hormonal masculinizante empezará a producir cambios en tu cuerpo a lo largo de semanas y meses. Tu línea de tiempo podría verse de la siguiente manera:

  • Interrupción del período menstrual. El efecto máximo se producirá en dos a seis meses de tratamiento.
  • Engrosamiento de la voz. Esto comenzará tres a doce meses después de empezar el tratamiento. El efecto máximo se producirá en uno o dos años.
  • Crecimiento del vello facial y corporal. Esto comenzará tres a seis meses después de empezar el tratamiento. El efecto máximo se producirá en tres a cinco años.
  • Redistribución de la grasa corporal. Esto comenzará en tres a seis meses. El efecto máximo se producirá en dos a cinco años.
  • Agrandamiento del clítoris y atrofia vaginal. Esto comenzará tres a doce meses después de empezar el tratamiento. El efecto máximo se producirá en uno o dos años.
  • Aumento de la masa muscular y la fuerza. Esto comenzará seis a doce meses después de empezar el tratamiento. El efecto máximo se producirá en dos a cinco años.

 

Resultados

 

Mientras estés en terapia hormonal masculinizante, debes reunirte regularmente con tu médico. El médico hará lo siguiente:

  • Documentará tus cambios físicos
  • Controlará tu concentración hormonal y usará la dosis más baja que necesites para lograr los efectos físicos deseados
  • Controlará los cambios en lípidos, glucosa sanguínea en ayunas, recuento sanguíneo, enzimas hepáticas y electrolitos que podrían ser causados por la terapia hormonal
  • Controlará tu salud conductual

 

También necesitarás cuidados preventivos de rutina si no te has sometido a ciertas intervenciones quirúrgicas, que incluyen:

 

  • Detección de cáncer mamario. Deben hacerse de acuerdo con las recomendaciones de los exámenes de detección de cáncer mamario apropiados para la edad de las mujeres cisgénero. Si no es posible realizar una mamografía debido a la cirugía de pecho masculinizante, se recomienda hacer autoexámenes de mama.
  • Exámenes de detección de cáncer cervical. Deben hacerse de acuerdo con las recomendaciones de los exámenes de detección de cáncer cervical apropiados para la edad de las mujeres cisgénero. Asegúrate de que el patólogo sepa que estás haciendo una terapia de testosterona. Esta terapia puede provocar una reducción de los tejidos del cuello del útero (atrofia cervical), lo que podría simular una afección en la que se encuentran células anormales en la superficie del mismo (displasia cervical).
  • Evaluación del sangrado vaginal. Si tienes sangrado vaginal persistente o recurrente, es importante realizar una evaluación temprana.
    Suplementos. Incluye el suplemento estándar de calcio y vitamina D, junto con la evaluación de la densidad ósea de acuerdo con las recomendaciones apropiadas para la edad de los hombres cisgénero.